Marc Bloch: Introducción a la Historia.

Dedicatoria. 

Si este libro ha de publicarse un día; si, de simple antídoto al que pido hoy un cierto equilibrio del alma —entre los peores dolores y las peores ansiedades personales y colectivas— viene a ser un verdadero libro, ofrecido para ser leído, otro nombre distinto del de usted, querido amigo, será entonces inscrito en la cubierta. Usted lo sabe, se necesitaba ese nombre, en ese lugar: único recuerdo permitido a una ternura demasiado profunda y demasiado sagrada para poder expresarla. ¿Y cómo me resignaría yo a no verle a usted aparecer también sino al azar de algunas referencias? Juntos hemos combatido largamente por una historia más amplia y más humana.  Sobre la tarea común, ahora cuando escribo, se ciernen muchas amenazas. No por nuestra culpa. Somos los vencidos provisionales de un injusto destino. Ya vendrá el tiempo, estoy seguro, en que nuestra colaboración podrá volver a ser verdaderamente pública, como en el pasado, y, como en el pasado, libre. Mientras tanto continuará por mi parte en estas páginas, llenas de la presencia de usted. Aquí conservará el ritmo, que fue siempre el suyo, de un acuerdo fundamental, vivificado, en la superficie, por el provechoso juego de nuestras afectuosas discusiones. Entre las ideas que me propongo sostener, más de una me llega, sin duda alguna, directamente de usted. Respecto de muchas otras yo no podría decidir, en buena conciencia, si son de usted, mías o de ambos. Me enorgullece pensar que muchas veces me aprobará usted. En ocasiones me criticará. Y todo ello será entre nosotros un vínculo más.

Fougères (Creuse) a A Lucien Febvre,

10 de mayo de 1941


Descargar Introducción a la Historia